Sentidos

“Si con mis piernas puedo correr; entonces correré hasta que se cansen, Si con mis oídos puedo escuchar el susurro del universo, escuchare hasta que encuentre las palabras para expresar lo que siento, Si con mi boca puedo hablar, transmitiré al mundo con palabras amables las experiencias aprendidas, Si con mis labios puedo besar, te besare hasta que mis labios se desgasten, Si con mis ojos puedo ver, me asombrare aún más de conocer las maravillas que hay a mí alrededor, Si mi corazón puede palpitar, compondré la melodía para encantar tu corazón, Si mi piel puede sentir, sentiré la caricia del viento hasta en su máxima tempestad, Si mis manos pueden escribir, escribiré cada sensación que mis sentidos y todo mi ser pueda experimentar, puedan sentir y pueden vivir»  Güstav Rc’Mor

Entrega

«Ella se entregó a un hombre que solo la desea, mientras ella pueda complacerlo; sus detalles solo pueden ser provenientes de esa sensación a la que llamamos amor. Cada día que pasa ella involucra más sus sentimientos, cuando él solo desea alejarse. Hacia él llegan sentimientos de culpa, cada instante puede sentir el fuerte remordimiento y experimenta como la conciencia trata de hacerlo caer en su propio juego. Un juego que el invento… un juego en el que pronto se determinara si el camino es generar sufrimiento más que satisfacción, algo que no empezó como tal pero en eso se convirtió, ante una mala decisión. Ahora ella solo espera paciente por un beso, un beso sincero que pueda retribuir sus esfuerzos, un beso que la haga elevarse hasta lo más alto del cielo. Mientras él trata de buscar una solución lógica a este enredo, ella planea su próximo detalle. En cuanto a mí, yo tan solo sigo esperando a que se genere un desenlace como el de los cuentos; uno en el que todos ganemos. La espera por el fin del juego en que también me involucre, al haber aceptado las reglas sin ningún pudor, pero donde siempre mantuve la esperanza de que ella siendo mi amor y al darle un poco de esa libertad que me exigió pueda regresar de nuevo a mí» Güstav Rc’Mor