Yo sé cómo te sientes, como si no valieras nada, como si todos tus esfuerzos no trajeran consigo la recompensa. Si el primer paso es el más difícil, aun así te empeñas en darlo, pero al siguiente sientes que eso no te pertenece. No sé si todo está escrito y así deba suceder, puede ser que el destino nos pruebe para determinar nuestro grado de perseverancia, pero ¿Es justo que lo haga tantas veces? ¿Sera que no comprende la gran desilusión que ocasiona, cuando agachas la mirada para tratar de contener las lágrimas? Eso es frustración.
Con el tiempo he aprendido a ser optimista y ha no sentir dolor por pequeñeces, pero soy consciente que hay otras cosas pequeñas que en mi conservan un gran significado, tanto que un recuerdo podría alimentar mi alma en medio de suspiros causados por el llanto.
“Lucha por los sueños” es lo que suelen decirnos, pero nunca se nos enseña a luchar con la realidad, con esa realidad que supuestamente nos tocó, pues nos hiere en ocasiones y más cuando nos sentimos solos. Esa realidad desubicada debilita al soñador. El soñador solo puede sentirse pleno cuando su entorno está en armonía, pues él no es indiferente ante la realidad, aunque ella si lo sea con él. Hoy pienso que lo sueños no se convierten en realidad, los sueños se alcanzan, siguen siendo sueños y así los vivimos. Muchos sueñan con la aceptación, con riqueza y belleza, pero hay otros que sueñan con la entrega, con el valor que conservan los buenos momentos y también con la belleza, porque para ellos belleza es todo lo que se hace con amor. Por estas razones te repito sé cómo te sientes, al final todos están en busca de lo mismo de la felicidad y el amor, del perdón y la salvación. Por favor sigue a tu corazón, a esta altura él ya te abra enseñado la manera en que se regocija. No busques tantos caminos, no te confundas, no te compliques, decídete y empéñate en llegar hasta el fin del camino que escogiste. Por ultimo aprende a ser humilde, a servir, a retribuir a quien te da la mano, no porque esa persona lo esté esperando, sino porque sin esa ayuda no abrías llegado tan lejos, demuestra tu agradecimiento a Dios, a tu propia vida y eso solo se refleja cuando le obsequias a alguien un poco de tu radiante sonrisa. By: Güstav Rc’mor