Una excelente reflexión en la voz de Güstav Rc’mor
La mejor manera de aprender es enseñando. Comparte esta hermosa enseñanza con tus seres queridos y amigos, dale me gusta y suscribete en youtube 🙂
¡Bendiciones y un abrazo! ❤
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Ya se acerca mi hora eso lo presiento, no sé si obre bien o mal, hice la veces de juez pero eso no funciono, como puedo juzgar sin conocer, como puedo hallar culpables sin comprender sus motivaciones. En ocasiones me sentí admirado, esto quiere decir que alcance mis objetivos y logre muchos de mis sueños. Ya débil solo pienso en que todo lo que viví, hizo que retribuyera de alguna manera mis años de vida, si así no lo fuera aun no sería el momento. Para mí ya es suficiente, no sueño con una eternidad, la eternidad no se encuentra en este mundo. La vida que viví es una mezcla de decisiones mías y de los demás, o si no díganme ¿cómo llegamos a este mundo?. Estoy muy agradecido tuve lo que muchos añoran y aprendí a disfrutar lo que para muchos pasa desapercibido. Ya está llegando mi último respiro y solo pienso en ella, porque a ella no la cambiaría por nada, si es preciso daría mi vida, para que ella continuara, no soportaría si un día como hoy ella no estuviera junto a mí. Ella se convirtió en mi todo y que Dios me perdone si le causan celos mis palabras, pero es así, eso no quiere decir que ambos no le pertenezcamos.Aprendí de ella la felicidad, la felicidad que son momentos que se viven en medio de pobreza o riqueza. Si mi misión en este mundo era amarte, la cumplí y la seguiré cumpliendo aunque mi cuerpo se encuentre ausente. Ella me regalo la obra que jamás alguien avaluó, solo yo, mi obra es su sonrisa, porque el arte solo se allá en los ojos de quien la aprecia. Mis ojos siempre le pertenecieron, aunque mi mirada pudiera ser distraída, solo aprendí a contemplarla a ella, a su imperfección, mis ojos lograron apreciar su alma y allí la encontré perfecta. Gracias por creer en mí, aun cuando ni yo mismo lo hacía, al fin me lo creí y por eso te entregue todo de mí. Me llevo de este mundo tu recuerdo, solo como una excusa para volver a tenerte. No hubo nadie en este mundo que me entregara su amor como ella, su amor incondicional, un amor como la vida quiso que lo viviéramos. Mi último respiro lo vivo con lágrimas porque me encuentro agradecido con cada segundo, cada segundo desde el primero me trajo hasta aquí, hasta este momento en el que reconozco lo bendecido que fui. Ahora solo me dejo ir y que sea mi último respiro lo último que haga en este mundo para ti.
By: Güstav Rc’mor