El mejor obsequio

Una excelente reflexión en la voz de Güstav Rc’mor

La mejor manera de aprender es enseñando. Comparte esta hermosa enseñanza con tus seres queridos y amigos, dale me gusta y suscribete en youtube 🙂

¡Bendiciones y un abrazo! ❤

 

No sería eterno

Esa tarde terminamos conversando de cosas que debíamos conversar pero de las que realmente no queríamos prolongar.

Solo esperamos a que uno de nosotros se envalentonara y dijera: “Al igual que tú me siento sola, ¿te gustaría caminar?”.

Mientras escuchaba sus palabras, su voz se convertía en armonía para mis oídos, la verdad poco comprendía lo que decía pero su voz me arrullo, su voz me confirmo la necesidad que juntos teníamos.

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Fuimos pacientes, aunque hayan sido solo unos minutos. La paciencia se convierte en relativa.

El tiempo nos arrebató la oportunidad de continuar.

El tiempo nos recordó que las oportunidades son once segundos.

Esa oportunidad dependió mas de mí que de ella, aunque juntos sentimos que sea lo que sucediera no sería eterno, pero queríamos vivirlo.

Ella levanto su rostro y con su mirada profunda dio vuelta atrás.

Mientras yo pensaba la deje escapar.

By: Güstav Rc’mor

 

Recorriendo lugares

En cada paso me acompaña tu recuerdo no me lastima pero me toca por dentro.

Me hace recordar que tuve un amor perfecto.

Me hace recordar que te tuve a todo momento.

Recorriendo lugares en los que estuvimos juntos me ahogan los recuerdos.

Es inevitable pensar que hoy no estas.

Desearía que el tiempo corriera atrás, que los momentos perduraran por una eternidad, que se repitiera tu sonrisa una y otra vez y una más.

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Por esas calles también vivimos enojos, los extraño, ellos también nos forjaron, me enseñaron a valorarte, me enseñaron a reconquistarte.

Como una pieza incompleta me siento, me falta el motor. Solamente estoy, pero no soy.

Tus gestos, tus labios, tu cuerpo, nuestros besos, nuestro amor sincero.

Un amor de niños, un amor a ciegas, un amor eterno, un amor a la espera…

A la espera de una llegada.

Que mientras tanto se fortalezcan nuestras almas.

By: Güstav Rc’mor