Llegue al punto de no aguantar más,
Me consumían,
Sentía que eran ellos o yo,
Decidí cazarlos.
Torturarlos,
Haciéndolos sentir lo mismo que yo sentí,
Cuando tenía mi espada apuntando a su corazón,
Mientras veía su agonía,
El que estaba más moribundo me hablo,
Y sus palabras tocaron lo que creía que ya estaba muerto, mi corazón.
“No queríamos dañarte, queríamos fortalecerte”
Enseguida de sus palabras,
Me derrumbe,
Entendí que en el pecado, allí muy fondo habita el bien por ser liberado.
Entre lágrimas solo di marcha atrás.
Me sentí impotente,
Pero los perdone,
Con el perdón hice más que con venganza.
Porque la venganza consume, pero el perdón libera.
Entendí que no podía eliminarlos completamente de mí.
Si lo hiciera,
Me perdería.
No sería el mismo.
No sería quien siempre fui.
By: Güstav Rc’mor