Maryl

Trabajo en un lugar donde no quiero estar.

Posiblemente el problema no sea el trabajo.

Porque a pesar de que lo intento,

Soy yo quien no quiere encajar.

No quiero estar rodeado de personas sin modales.

Aun así, es curioso…

Parecen vivir una vida normal y eso no está mal.

Mientras cuento las horas,

Siento que la vida se me va.

Cuando estoy en libertad,

Solo quiero olvidar.

Y así fue,

Sali del trabajo una vez más con ganas de olvidar.

Bueno o malo,

En mi bolsillo había dinero.

Ese era el pago por lo que debía soportar.

Me sentía como el más falso de los falsos,

cambiando mi libertad por dinero.

Pensé,

¿Por qué solamente no tuve un hogar?

Un lugar donde refugiarme sin sentir presión por lo que haya que pagar.

Un lugar donde pudiera estar solo con mi soledad.

Supongo que así mi vida no se hubiera basado en lo material.

Seguiría mis pasiones.

Desarrollaría mi arte.

Escribir.

Mi mente es una máquina de pensamientos.

Ojalá fuera una máquina de soluciones.

Antes de llegar a casa caminaba por The walk of fame.

Hay una vibra especial en Los ángeles.

Si pudiera salvar un solo lugar seria ese corredor.

Las luces de la noche concentran magia.

Realmente no son impresionantes.

Pero es Hollywood.

Muy irónico, ¿verdad?

A mi derecha.

Una entrada pequeña.

Con cortinas de terciopelo rojo sangre.

Se escuchaba música en vivo.

Decidí entrar.

Oscuro e iluminado con velas.

Acogedor.

Me senté.

Llego mi cerveza.

Mis codos sobre la mesa y mis puños soportando mi cabeza.

Me dispuse a escuchar.

Las notas del piano, me recordaron a Chopin.

Era la pista para una entrada teatral.

La cantante y su dulce voz.

Escucharla me conmovió.

Cabello largo negro y liso.

Piel blanca.

Labios gruesos y rojizos.

Un voluptuoso pecho.

Siempre admiro a una mujer con respeto.

El respeto no es un juego para perderse.

Vi sus ojos opacos.

Carecían de brillo.

Y yo perfectamente sabia lo que estaba sintiendo.

Se notaba que amaba lo que hacía, pero realmente no quería estar en ese lugar.

Dicen que los ojos son el reflejo del alma.

Pero a veces nuestra alma se aleja cuando nuestro cuerpo se empeña en estar en un lugar donde no debe estar.

Una canción tras otra.

Sentí que se congelaba el tiempo.

Por fin mi mente se calmó.

La maquinaria dejo de funcionar.

Estaba en paz.

Hasta que Maryl, la cantante.

Se acerco a mi mesa.

Y dejo una rosa en mi botella.

Siempre he sido muy tímido.

Solo sonreí.

Los demás aplaudieron.

El show termino.

Mi corazón se aceleró.

Ahora era mi turno de actuar.

Debía buscarla y encontrar las palabras indicadas para decir.

¿Por qué los hombres somos así?

Nos ilusionamos de la nada.

O no captamos lo que nos quieren decir…

Fui al baño para pensar.

Sali decidido.

La encontré.

Tartamudee diciendo,

¿La rosa es parte del show o realmente es para mí?

Respondió:

Las dos son correctas. Simplemente te elegí.

Respondí:

¿Te gustaría ir a comer?

Ella me dijo: Sí.

Ir a comer genera confianza.

Y eso era lo que pretendía, porque éramos unos completos desconocidos.

Enseguida la invite a ver las estrellas desde la terraza del edifico donde vivo.

La noche se nublo, pero aceptó.

Estando allí saco su guitarra tratando de componer una canción.

Me pareció un momento especial.

De esos tan escasos que nos regala la vida.

Escuchar sus susurros mientras me miraba.

Me acerque a ella y la bese.

Ella de igual manera me beso.

Fue tanto el frenesí, que en dos minutos ya estábamos desnudos.

Para enmarcar el momento.

En frente el Hotel Rooselvelt

En diagonal el Hollywood sign.

Atrás el Magic Castle Hotel.

Pero la vista más hermosa era ella.

Todo duro 5 minutos.

Eso nos bastó.

Porque no buscábamos amor.

Descargamos la energía que queríamos liberar.

Y nuestras almas retornaron a nuestros cuerpos.

No volví al bar.

Ni ella al edificio.

Porque decidimos que lo vivido seria perfecto.

Ella compuso una canción y yo este escrito.

Si lo olvido con los años,

al leer lo revivo.

By: Güstav Rc’mor

Hoy no

Hoy no sería por amor.

No pretendía que me tuviera en un altar.

Pero jamás pensé que me olvidaría tan pronto.

Eso era lo que demostraban sus aires de grandeza.

Y yo le creí.

Así que pensé esta noche no.

Esta noche si las cosas se dan…

No sería por amor.

Le quería demostrar que también podía olvidarla.

Pero en mi intento me acerque más a ella.

Falle en mi intento de olvidar.

Porque realmente nunca la quise olvidar.

By: Güstav Rc’mor

Mi firma

Mi nombre inicial.

Desde el principio fue impuesto.

Pero como todo lo impuesto,

cuando se tiene valentía y ansias de libertad en el corazón,

se destruye.

Mi firma actual es mi nombre.

Así decidí identificarme.

Así decidí llamarme.

Construida al navegar en mi pasado.

Experimentando sentimientos del presente.

Atravesando las estrellas es mi futuro.

Libertad.

No es un destino,

es una ruta,

que pocos deciden transitar.

¿Quién soy?

Nadie sabe.

Ni yo mismo.

Pero mi firma.

Mi firma es mía.

Y si algo la tiene.

Es por un sentimiento que decidí inmortalizar.

By: Güstav Rc’mor

A ti regresaría

A ti regresaría.

Siempre.

Siempre a ti regresaría.

Por volverte a besar.

A ti siempre regresaría.

Por volverte a abrazar.

Mi lugar lo tengo en tu lugar.

Allí estaré contigo.

Tú y yo calienticos.

Detrás de cada buen hombre.

Hay una mujer ejemplar.

Si estoy a punto de rendirme.

Presenciar tu valentía.

Y sentir te apoyo.

Me motiva a continuar.

No soy egoísta.

Porque si se trata de ti.

No temo volver a empezar.

No te exijo por conveniencia.

Si algún día falto.

Tu podrías continuar.

Me exijo más a mí mismo.

Pero en tu compañía.

Juntos podemos volar.

No te ofrezco el cielo,

Ni las estrellas.

Allí bien puedes llegar.

Te ofrezco mi corazón,

Que pensaba era imposible de conquistar.

By: Güstav Rc’mor

Triste mirada

2:00 pm.
A esa hora siempre la observaba en el mismo lugar.
Largas pestañas.
Piel blanca.
Cabello castaño recogido.
Voluptuosos senos.
Pero eso no fue lo que llamo mi atención.
Lo hizo su triste mirada.
Hermosa y triste.
No está mal.
Nació en mi la motivación de querer sanar su tristeza.
Aquel día tome valentia y le escribí la siguiente nota…
¿Por que está triste tu mirada?
¿Podría hacerte sonreír?
Al leerla sonrío.
Era la primera vez que la veía sonreír.
Y me cautivó
Aún mas que su mirada.
El rechazo es algo a lo que tememos.
50/50
Rechazo o aceptación.
Ella me aceptó.
Tuvimos una cita típica.
Pero muy diferente.
Tan diferente como ella.
En el cine tomo mi mano.
Yo no pensaba en la película,
Era solo ella en mi mente.
Me dio la confianza y decidí reposar mi cabeza sobre la suya.
De su mano y frente fue la primera vez que sentí su calor.
Hablamos poco.
Nos complacía estar tomados de la mano y simplemente caminar.
A veces solo necesitamos eso, que nos tomen de la mano y nos hagan sentir que no estamos solos.
El día fue largo y lo disfrute.

La noche lo fue más.
La lleve a su casa.
Me invitó a seguir.
Dormí con ella.
Quisiera describirlo con detalles.
Pero es algo que guardaré para mi.
Solo compartiré que…
A veces es más complaciente que el mismo acto del amor, la pincelada final como en una obra arte.
Su pincelada final fue cuando estaba sentada sobre mis piernas esperando que nuestra almas retornarán a su lugar.
Me abrazó, mientras besaba sutilmente mi rostro.
Sentí su respiración profunda en mi frente y lágrimas recorriendo su rostro en medio de la oscuridad.
Me conmovió.
Desee no alejarme de ella jamás y ser su protector.
Bañe mi rostro con sus lágrimas intentando secarlas.
Eso me marco, eso se llama amor.
Besé sus labios con ternura.
De mis ojos también corrieron lágrimas.
Un día y una noche.
Precipitado o no.
El amor no tiene horarios.
A veces hay momentos que pasan porque tienen que pasar.
Al día siguiente nos alejamos.
Porque aunque nuestras almas fueron una, no nos perteciamos.
No habia nada para cuestionar.
Juntos sabemos que así tenía que pasar.

By: Güstav Rc’mor

Sin mí

Ahora no,
Pero se que a ti te dolera más.
Mi corazón ya estaba roto cuando llegaste.
¿Para que lo curaste?
Me duele,
Pensar que había avanzado un gran paso y ahora retrocedi dos.
Sentada con las rodillas en mí pecho,
Ya no lo puedo evitar.
Las lágrimas recorren mi rostro.
Quisiera quedarme dormida en la tina y nunca más despertar.
Me duele,
Pensar que había avanzado un gran paso y ahora retrocedi dos.
No estás perdiendo a una mujer.
Afuera hay muchas.
Estás perdiendo a tu alma gemela.
Y no lo reconoces.
Tu confidente.
Tu amiga.
Tu cómplice.
Estoy dolida
Maldita sea.
No suelo maldecir.
Pero me duele.
Esto realmente me duele.

Con tu despedida.
No me quitas a un hombre.
Afuera hay muchos.
Me quitas la felicidad que siento cuando estoy junto a ti.
Mi confidente.
Mi amigo.
Mi cómplice.
Ahora mi enemigo.
Porque solo se odia a quien se ama.
Eso es lo que eres para mí.
Mi amor.
Me cómo mis palabras porque todo podría perdonarlo.
¿Eres muy rudo por dejarme sola?
¿Ahora con quién voy a reír?
¿Quien tomara de mi mano cuando salga a ver el cielo azul?
¿A quien me enfrentare en los bares si no estás tú para cuidarme?
Me duele por dentro.
Quizás los tragos dañaron tus sentimientos.
¿Eres muy rudo por dejarme sola?
¿Ahora quien tomara tu mano cuando estés en medio del infierno?
¿Con quién te desahogaras si no estoy yo para escucharte?
En la salud y en la enfermedad.
Jamás pedí un anillo para recordarte.
¿Por qué debo dejarte?
Si no te culpo a ti, culpare a la vida.
Puta vida que me da y después me quita.
Mi amor puedes alejarte.
Pero si eres para mí.
Cómo te fuiste,
Así mismo regresaras.

By: Güstav Rc’mor

No me rompas el corazón


Esta noche no quiero sentir dolor.
Desesperada salí a caminar sin rumbo.
No me importó cual era tu verdadera motivación para hablarme en medio de la oscuridad.
Aún así subí a tu coche.
La confianza me la otorgó tu sonrisa.
Esta noche no quiero sentir dolor.
Así que no me rompas el corazón.
Estoy frágil.
Pero no rota.
Esta noche no quiero sentir dolor.
Así que no me rompas el corazón.

Juntos tenemos tanto fuego que podríamos dejar en cenizas el infierno.
Hasta el diablo merece un poco de compasión.
Así que no me rompas el corazón.
Esta noche no quiero sentir dolor.
Trátame como a una reina.
Yo te tratare como a mi rey aunque no lo seas.
Quiero estar entre tus brazos sintiéndome segura.
Mañana la salida del sol traerá consigo el peso de la vida.
Tu cogeras tu camino.
Y no habran despedidas.
Pero esta noche no.
Esta noche no quiero sentir dolor.
Así que no me rompas el corazón.

By: Güstav Rc’mor