No siempre fue así…
Viajando al pasado.
Me encuentro con recuerdos.
De su sabiduría salvaje.
El azul en su cielo y mares.
Su frondoso verde.
La fertilidad de su tierra.
Su aroma a vida.
El sabor de sus frutos.
Su calidez y fervor.
Tan desbordantes como el Kilauea.
Siempre dando sin esperar.
No significaba que lo debiéramos olvidar.
Sentirse un mendigo de atención.
Fue el detonante final.
Arrasó con todo.
Sin importar nada.
Lo bueno y lo malo.
Al final se pagan.
Mientras el fuego renueva.
El hielo conserva.
Esperando en silencio.
Que su alma de hielo.
Algún día nos absuelva.
By: Güstav Rc’mor