«El cruce de nuestros horizontes es una mirada; esa mirada tímida que hoy me llevo hacia ti; una mirada que en un instante liberó dulzura y vehemencia; una mirada que no se puede descifrar, porque siendo profunda y a la vez tan corta, transmite el anhelo del deseo y la prudencia del sensato. Las miradas no hablan, pero sin importar el medio se compaginan en un intervalo de tiempo en el que la mística de la pasión nos une; Tan solo por esa mirada; vivimos sin conocernos; sentimos sin tocarnos; nos extasiamos sin probar y nos liberamos al partir, al bajar la mirada» Güstav Rc’Mor
Wowww, que impresionante como este texto llega a quien lo lee… es increíble esa sabiduría, madures y pasión con la que escribes… sigo insistiendo cada día me sorprendes mas y mas … saludos, cuidece mucho 🙂